Comer semillas de las frutas puede ocasionar que se atasquen en los intestinos
Actualizado: 7 nov 2021
Lo sé. También escuchaste esa frase, lo creíste y durante mucho tiempo quizá has evitado comprar o comer determinada fruta, porque su semillita se quedaría atrapada en tu intestino o en el de tus hijos, colapsaría el estómago y provocaría un gran problema en el sistema digestivo.

Primero quiero que sepas que ese atascamiento y posterior infección en el intestino, es decir la diverticulitis, no tiene una causa determinada según los expertos; quienes, por el contrario, sí han encontrado que la falta de ejercicio, la obesidad y fumar podrían ser algunos detonantes. No el consumir frutas.
Segundo, dicha enfermedad se produce porque se infectan los divertículos, que son bolsas abultadas y pequeñas, que se pueden formar en el revestimiento del sistema digestivo, en especial luego de los 40 años y rara vez ocasionan problemas. Segunda razón para conservar la calma y recuperar la confianza en las frutas, así tengan semillas pequeñas.
Un bebé o adulto sano, tienen sus jugos gástricos como recursos gastrointestinales para digerir, metabolizar y transportar todos los alimentos, incluyendo las semillas, sin ningún problema.
Contrario a esas creencias, las semillas e incluso los granos, ayudan a un mejor tránsito del colon, con mayor rapidez, también reducen presión del tubo digestivo y ayudan a bajar el riesgo de diverticulitis y la inflamación de los intestinos.
Las semillas que ingerimos de una sandía, maracuyá, pitaya o cualquier otra fruta, se hidratan en el estómago y se disuelven. Lo que sí es cierto es que hay semillas que el cuerpo digiere mejor y fluyen con más facilidad en el intestino, como la chía o el lino, porque tienen un mucílago (recubrimiento gelatinoso) que se activa al entrar al estómago y se deslizan o resbalan con mayor facilidad por el tracto gastrointestinal.

Sin peligro alguno
Las semillas de frutas que no puedas masticar, no deben generarte preocupación, el estómago hará su trabajo.
En el caso de los bebés, semillas como la chía, la de pitaya o granadilla, son seguras. Eso sí, las de chía vienen deshidratadas y antes de dárselas, es mejor que las hidrates, porque sino ellas se hidratarán en el intestino, robándole luego humedad a las heces y generando estreñimiento, pero jamás atascamiento.

¿Son beneficiosas las semillas?
Por supuesto que sí. En las frutas o solas, las semillas contienen minerales, son ricas en proteínas, tienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, son fuente de fibra, vitamina B, vitamina E, calcio, fósforo, potasio y hasta hierro.
Consumir semillas aumenta el colesterol bueno y disminuye el malo, mejoran el tránsito intestinal y previenen la constipación. También son excelentes aliadas a la hora de perder peso, ya que tardan en digerirse y producen un gran estado de saciedad.
Foto portada: Freepik.
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