Azúcar ¿Cuándo sí y cuándo no?
El azúcar es un carbohidrato, es el combustible del cuerpo y se metaboliza como glucosa, diferente a la glicemia que es la concentración de glucosa en la sangre.. No importa de dónde venga, refinada, de la fruta, de un cereal ¡Todos los alimentos contienen azúcar! Solo que provienen de distintas fuentes: lactosa, fructosa, maltosa, sacarosa, que el cuerpo utiliza para producir energía, que utilizan las células para llevar a cabo todos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo, como la digestión, la reparación de los tejidos, la multplicación celular, etc.

¿Cuál azúcar es buena?
La que no es refinada, la que demora en llegar a la sangre a través del proceso de digestión y no provoca picos de glicemia ya que no va directo o rápido a la sangre.
Entonces: la miel, la panela o el azúcar refinada, son malos ejemplos de azúcar buena. No importa si su consumo se da solo, mezclado o incorporado en alimentos sólidos.
Algunas opciones que yo sugiero son: el sirope de yacón, la estevia y el fruto del monje. Aquí, en otro de mis blogs, puedes consultar los detalles.
¿Cuándo la azúcar es mala?
En sí misma, no es mala, en realidad no es un monstruo, pero sí lo es la cantidad que se consume, la cual muchas veces tú no puedes controlar porque viene añadida o incorporada en alimentos a los que no se la puedes sacar para decidir cuánta azúcar comer.
Si no tienes ninguna patología como diabetes u obesidad, por ejemplo, podrías ser permisivo con el consumo moderado de azúcar, lo que no significa que la puedes consumir a cualquier hora, en cualquier producto y sin medida.
El único sabor innato que trae el ser humano es el dulce; por eso la leche materna tiene ese sabor, justo por los más de 200 diferentes tipos de moléculas de azúcar que contiene, una mezcla de diferentes tipos de oligosacáridos que actúan como alimento de las bacterias buenas que posee el bebé en el intestino.

¿Cuánta azúcar es buena y cuánta es mala?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que los azúcares libres (los que se le agregan a bebidas o alimentos o que ya traen la miel, los jarabes y los zumos de frutas) no deben representar más del 10% de nuestra ingesta diaria de energía y si no sabes cuánto es, puedes verlo aquí, ya que varía según el sexo o la edad.
La EUFIC, organización sin ánimo de lucro que proporciona información atractiva basada en la ciencia para inspirar y potenciar opciones de alimentación y estilo de vida más saludables y sostenibles, indica que para un adulto activo promedio que requiere 2.000 kilocalorías al día, 10% significa no más de 200 kilocalorías provenientes de azúcares libres, que son aproximadamente:
12 cucharaditas o 48 gramos de azúcar de mesa.
8,5 cucharaditas de miel.
250 ml de zumo de naranja.
500 ml de refresco.
16 cucharadas de salsa de tomate.

Entonces ¿Perjudicas el cuerpo por dejarla de consumir?
No. Como dije antes, el azúcar está presente en todos los alimentos, pero eliminar la azúcar añadida provocará que:
Comas menos, porque la hormona que regula la saciedad (leptina) se regula.
Prevengas enfermedades cardíacas, del colesterol y regules los triglicéridos.
Bajarás de peso porque habrá menos calorías vacías en tu cuerpo y con actividad física quemarás el exceso de grasa corporal.
Mantengas una piel más sana porque favoreces la elastina y el colágeno.
Foto portada: Pixabay (congerdesign).
Referencias usadas en este blog:
https://www.fao.org/3/w0073s/w0073s1a.htm
https://www.cocinafacil.com.mx/salud-y-nutricion/que-pasa-si-dejas-de-comer-azucar/