Ayuno intermitente vs. vida intermitente
Actualizado: 6 nov 2021
Es mucha la información que hay publicada en internet sobre este modelo de alimentación, sin embargo, hice para ustedes una selección de las cosas que menos se hablan del ayuno intermitente y se las quiero compartir aquí. Recuerda que al final de este post está la caja de comentarios y preguntas; estaré muy pendiente de lo que me dejes en ella en caso que quieras conocer más.

Mi colega Linia Patel, vocera de la Asociación Británica de Dietistas, refiere que el ayuno como forma de comer, ni está mal, ni es un invento reciente. Se remonta a nuestros antepasados, porque se enfrentaron a períodos de ayuno forzado. Los cazadores-recolectores solo tenían comida cuando la mataban o la recogían, por lo que el ayuno era parte de su realidad cotidiana.
Lo que ocurre es que hoy no solo estamos expuestos a abundancia de alimentos, sino que encontrarlos no implica un gran esfuerzo físico, por lo que hay más sedentarismo y como consecuencia ha aumentado el índice de obesidad.
Está de moda ¿sabes por qué?
¡Da resultados! Son impresionantes las cantidades de hormonas de contrarregulación que surgen para la quema de grasa en el cuerpo: la leptina, que regula el apetito; pero también se disminuye la insulina, que regula la cantidad de azúcar en sangre. También hay una mayor lipólisis, o sea movilización de los tejidos grasos del cuerpo, porque aumenta el consumo de tejido graso del cuerpo como fuente de energía (cesótis), más que de las proteínas.
Saludable siempre
Más que dejar de comer, se trata de establecer horarios específicos para consumir alimentos, en los cuales la cantidad influye y la calidad también. Privar al cuerpo de comida, no significa vía libre para comer cualquier cosa. Entendiendo esto, el esquema ideal es ingerir proteínas, carbohidratos y grasas de buena calidad en ocho horas, luego en 16 horas se hace un descanso en el que se pueden tomar líquidos, pero no comida sólida.
Mi Top 3
Hacerlo progresivamente: solo tres comidas en el día y luego pasar a consumirlas en un rango de 8 horas.
Basar la mayor cantidad de nutrientes a consumir en alimentación vegetal y complementar con suplementos vitamínicos.
Aumentar las horas de ‘no ingesta’ progresivamente: primero 12, luego 14 y 16. Durante este tiempo incorporar actividad física

Como método para los niños
Yo coincido con lo que dice el Dr. Juan Pablo Llano, pediatra y endocrinólogo: no, no y definitivamente no. Sin embargo, mi recomendación es no forzar nunca las comidas, así sean el desayuno. Si tus hijos se quieren saltar la primera comida del día, porque no tienen hambre, pueden hacerlo, pero jamás sustituir el desayuno por un dulce, por ejemplo.
¿En cuánto tiempo podría hacer efecto?
¡No te compares con otras personas! En unas incluso podría tener un efecto diferente que en otras, de allí la importancia siempre de guiarse por un especialista.
El Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), advierte de "la necesidad" de control por parte de un dietista-nutricionista, de las dietas de ayuno intermitente para evitar "carencias nutricionales y el conocido efecto rebote".
El País de España señala que algunos estudios han concluido que, con el ayuno intermitente se pierde del 5% al 8% del peso corporal en un periodo de entre 12 y 24 semanas, pero también puede pasar que uno ni siquiera se acerque a este objetivo.

Ayuno intermitente para siempre como un estilo de vida
En ese mismo chat coincidimos el Dr. Llano y yo en que desde la nutrición uno ve los efectos en el descenso de peso, todo el mundo lo comenta, incluso yo lo hago y lo enseño; escucho a deportistas incluso que combinan la dieta keto con ayuno intermitente, pero siempre con la mirada puesta en la pérdida de grasa.
En una charla me preguntaron una vez si esto podría pasar a ser un estilo de vida, a lo que contesté que el ayuno entre 14 y 16 horas sí, pero junto a la dieta keto (baja en carbohidratos), solo por un mes, máximo y ya.
Una cosa buena, una mala y una fea
Recuerda que asumir el ayuno intermitente es cuestión de decisión, pero sobre todo de orientación profesional.
Lo bueno, mejora en la tensión arterial, en la frecuencia cardíaca en reposo, en la reducción de la masa grasa, la prevención de la obesidad, la reducción de los daños en tejidos y la sensibilidad a la insulina.
Lo malo, según la Asociación de Dietistas del Reino Unido y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, puede provocar efectos adversos como irritabilidad, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, deshidratación y deficiencias nutricionales, y que se desconocen posibles consecuencias para la salud a largo plazo.
Lo feo, no es recomendable para aquellas personas que hayan sufrido o sufran trastornos alimenticios o alteraciones de la conducta alimentaria, ni para niños, ancianos ni embarazadas.
Foto portada: Pixabay.
Referencias usadas en este blog:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-48496606